Relatos cortos, criticas y algunas cosas más.

martes, 23 de agosto de 2011

30. JARED


     El local de ensayo era pequeño pero acogedor. Estaba todo totalmente insonorizado y hasta disponía de un diminuto cuarto de baño.
     - Está muy bien montado. – Opiné en cuanto curioseé por los rincones.
     - Cuando mi padre lo compró como trastero, ya estaba insonorizado. En realidad formamos el grupo para aprovechar la oportunidad.
     Las palabras de Noah me daban a entender que la música que hicieran no debía ser algo grato para el oído. Era posible que hasta ni supieran tocar ningún instrumento antes de formar el grupo.
     A parte de algunas cajas amontonadas en un rincón, junto con maletas y un par de bicicletas, ocupando gran parte del local estaba la batería, el equipo de sonido, dos sofás y un frigorífico. En alto, colgada de la pared, había una buena televisión de pantalla plana.
     - También nos venimos aquí a ver el futbol. – Dijo Víctor.
     - Entiendo, y lo usáis también como picadero, ¿no? – El que habló fue Kyle, siempre pensando en lo mismo, le brillaban los ojos del entusiasmo.

     Los chicos nos pasaron unas cervezas y fueron a ocupar sus puestos cada uno con su instrumento: Víctor a la batería, Noah con la guitarra eléctrica y Lucas al bajo. Las chicas se sentaron en uno de los sofás y nosotros en el otro, situado en ángulo recto con el de las chicas.
     Esta situación era casi normal. Podía imaginarme que hacía eso todas o casi todas las noches: reunirme con mis amigos, tomar unas cervezas y escucharlos aporrear sus instrumentos, tal vez incluso participar. Me eché hacia atrás y dejé reposar la cabeza en el bajo respaldar. Esta noche, junto con la anterior que pasé en casa de Riley eran las mejores en mucho tiempo. Podría acostumbrarme a la vida común y corriente de cualquier chico de mi edad. Solo tenía veintiún años, apenas llevaba diez meses en la calle, para mí era como si fuesen diez años. ¿Cómo sería para Kyle que llevaba soportando esta vida durante siete años? Parecía que se había resignado y toleraba este tipo de existencia.
     Dejé de sentir la música, mi cuerpo lo sentía exhausto y mi mente embotada. Más que dormirme, estoy seguro de que me desmayé, porque fue un visto y no visto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario