Relatos cortos, criticas y algunas cosas más.

sábado, 14 de mayo de 2011

15. JARED


                Kyle se veía bastante desmejorado, y aunque él prefería abrirse un tajo en el estómago antes que admitirlo, yo sabía que se encontraba débil. Lo del mercado era buena idea. Ya nos conocían algunos tenderos, les ofrecíamos nuestros servicios para descargar las mercancías y siempre nos daban algo.
                - Quédate aquí – le dije al Kyle empujándolo hasta la calle. – Hoy me toca a mí.
                Él me miró sin comprender y yo no quise herir sus sentimientos, pero es que no se me ocurría otra forma de decirlo.
                - ¿Y qué pretendes que haga? ¿Sentarme y ver cómo trabajas?
                - No – dije perdiendo la paciencia. – Te sientas si quieres, pero haz eso que yo aún no he aprendido a hacer: Pones esa cara tuya de huerfanito y verás como esas señoras mayores tan amables caen rendidas a tus pies.
                No le di tiempo a discutir, le dejé mi más valiosa posesión: la mochila, y fui a buscar trabajo.

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