Relatos cortos, criticas y algunas cosas más.

viernes, 17 de junio de 2011

21. JARED

                Me dio vergüenza que me hubiera sorprendido dormido tan desmadejado. Le di un puntapié a Kyle pero dormía como una marmota. Y con lo poco sociable que yo era, no sabía qué demonios le iba a decir a la chica. Sin embargo ella se veía tan escasa de palabras como yo, pero su justificación era la timidez.
                - Mi amigo no duerme, hiberna.
                Ella rió mi chiste y me sentí satisfecho de haberla hecho sonreír. Después de todo, era una chica y yo tenía la obligación de impresionarla.
                Su estilo no era el que más me atraía, así con las camisetas heavy y ese arete en un extremo del labio inferior, que ella se empeñaba en succionar y acariciar con su lengua. Bueno, ese gesto sí tenía algo de erótico y sensual.
                Me eché a un lado y palmeé el asiento a mi derecha para que se sentara, de un manotazo aparté la pierna de Kyle. Éste se removió un instante y siguió durmiendo adoptando la postura que antes yo tuviera. Riley se sentó a mi lado procurando que nuestros cuerpos no se tocaran. Eso me hizo gracia, se pensaría que le iba a pegar cualquier enfermedad. Después me di cuenta de que no era eso lo que la preocupaba, noté que estaba nerviosa… yo la ponía nerviosa.
                - Me llevé de tu casa un par de magdalenas. Juro que no cogí nada más.
                - Esperaba encontrarte esta mañana. Te habría preparado el desayuno.
                - Gracias, pero no.
                Sé que había sido brusco pero no quería deberle más a esta chica. Ya tenía que agradecerle que me cuidara la noche anterior y debía pagárselo de alguna manera.
                Ella pareció aturdida y se inclinó hacia delante sujetando los libros como si fuesen un escudo para protegerse. Me dieron ganas de decirle algo amable… pero ¿a quién quería engañar? Yo no era el tipo de persona que intentaba reconfortar a los demás.
                Le di un manotazo a Kyle en el hombro para hacerlo despertar, no me veía capaz de entretener a la chica mientras él roncaba y resoplaba. Al segundo manotazo despertó y se enderezó.
                - ¿Qué? ¿Qué? ¿Qué ha pasado?
                En cuanto vio a Riley se despabiló en un segundo y le puso su mejor sonrisa. Me sentí aliviado, por fin me libraba de tener que entablar una conversación con ella, Kyle era quién tenía el don de la palabra.

No hay comentarios:

Publicar un comentario