Relatos cortos, criticas y algunas cosas más.

sábado, 18 de junio de 2011

23. RILEY

                Me sentía impotente ante ese ataque de tos. Unos decían que el chocolate aliviaba, y una cebolla partida por la mitad, yo acudía siempre a un poco de agua. Pero me constaba que era más un problema de bronquios que de garganta.
                - ¿A dónde ha ido? – pregunté a Jared, que me observaba esbozando una sonrisa traviesa.
                - Ha comenzado a utilizar un inhalador, por sus problemas de… – continuó señalándose el pecho –… bronquios. Pero me parece que se siente un poco vulnerable teniendo que usar semejante artilugio delante de nosotros.
                Me senté cómodamente dejándome reposar sobre el respaldar del sofá. En cierto modo estaba agotada, no había dormido demasiado por la noche, ni los días anteriores con el dichoso examen. Y la idea de estar hasta tarde en la cafetería me producía pereza. Ojalá pudiera irme a casa y acostarme un buen rato en el sofá de la cocina.
                Masajeé mi cuello dolorido, no quería mirar a Jared porque estaba segura de que me pondría más nerviosa. Pero el caso es que si me había acercado era por él, Jared me gustaba y me atraía igual que los polos opuestos se atraen.

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