Relatos cortos, criticas y algunas cosas más.

sábado, 23 de abril de 2011

13. RILEY

                Desperté, como tantas otras veces, en la cocina. A estas alturas el paisaje me era enteramente familiar. Pero percibí un cambio con respecto a otras ocasiones, tenía la plena certeza de que la noche pasada fue distinta.
                Jared.
                Me incorporé y registré la casa de arriba abajo, él se había marchado, y tan solo eran las… miré el reloj ¡DIOS!... Faltaban quince minutos para la primera clase.
                Fui a vestirme rápidamente y recoger la bolsa con los libros. Me hacía falta una buena ducha para desentumecer los músculos pero ya no era posible. El sofá era muchísimo más cómodo que la butaca, con amplia diferencia.
                Aún me sobraban cinco minutos para correr hasta la puerta del instituto, ya solo quedaban los rezagados cuando atiné a deslizarme pasillo adentro. Me ardían los pulmones y la garganta estaba reseca, debía hacer más deporte a partir de ya. Baloncesto tal vez, todo el mundo se empeñaba en que era el deporte ideal para mí, claro, debido a mi estatura. Simplemente había quedado demostrado que no se me daba nada bien: dar zancadas por una cancha con gran agilidad y tener predisposición para el juego, no servía para nada si luego era incapaz de lanzar el balón acertadamente ni botarla sin que diera en la punta de mis zapatillas y se alejara rodando lejos de mí.
                Me escurrí por el encerado suelo justo para caer en mi sitio de siempre con el profesor de historia entrando en clase con un fajo de fotocopias bajo el brazo.
                - Toma, repártelos a tus compañeros.
                Me dio bastante rabia no disponer de un minuto para ojear los apuntes y tenía la mente en blanco. Tomé asiento y di la vuelta al examen… por poco me da un telele, así a simple vista… no me sabía ninguna respuesta.
                Miré alrededor y mi vista conectó con la de Emily… las dos con nuestras caras de póker. Me encogí de hombros y destapé el bolígrafo… al menos mi  nombre lo sabía: Riley Dantas, en estos momentos es cuando echas de menos un nombre del estilo MARIE ELIZABETH BEDWYN DE RAVENWOOD.
                Intenté concentrarme en las preguntas, apartando de mi cabeza todo lo demás, casi lo logré.

No hay comentarios:

Publicar un comentario